Biodiversidad marina fue descubierto en el Mediterráneo
Por: Richard García 13 de julio 2018
A pesar de la sobre-explotación de sus aguas, el Mediterráneo todavía guarda sorpresas naturales. Es lo que comprobó una expedición de Oceana Europa realizada el mes pasado en las islas Eolias, situadas en el mar Tirreno, a pocos kilómetros de las costas de Sicilia. En sus inmersiones, que alcanzaron hasta los mil metros bajo el nivel del mar, los investigadores quedaron sorprendidos con la densidad de los bosques de coral y sus habitantes.

En aguas más profundas encontraron bosques prístinos de coral bambú, "que se encuentra en peligro crítico de extinción debido a la pesca de arrastre. Esta es habitual debido a la presencia de especies de alto valor económico como la gamba y la cigala", explica Aguilar.
Entre las rarezas encontraron esponjas carnívoras. "Normalmente, las esponjas se alimentan filtrando, pero en ocasiones algunas especies han evolucionado y desarrollan pequeños garfios que les permiten atrapar crustáceos diminutos", describe.
Documentaron también una especie de estrella marina (Zoroaster fulgens) que nunca se había visto en el Mediterráneo y un pez (Gobius kolombatovici) que se pensaba que solo existía en el Adriático. En cuanto a fauna mayor, se detectaron poblaciones de tiburones de profundidad, junto con una alta presencia de pez espada y atún rojo, especies que no se ven en gran cantidad en otras zonas del Mediterráneo.
Sin embargo, en el entorno inmediato de esta delicada área hallaron evidencia del impacto de la actividad humana como artículos de pesca abandonados, una tortuga muerta con un anzuelo en la boca, corales milenarios con partes muertas con sedales enganchados, y redes descartadas que continúan capturando animales marinos. Además hallaron utensilios de plástico, botellas de vidrio, pilas y neumáticos.
